El sueño almonteño por el que se construye una catedral de papel rizado para la Virgen del Rocío en la plaza que lleva su nombre, comienza a cobrar realidad. Se han iniciado las tareas de forrado de los arcos que se instalarán con ocasión de la Venida de la Patrona a su pueblo el próximo mes de agosto. Se ha empezado por los pilares, aunque esperan en dependencias municipales cientos de piezas que se revestirán en los próximos tres meses. Veinticuatro mujeres están encargadas de esta labor, después de que veinte firmaran sus contratos el pasado jueves y se sumaran a las cuatro encargadas que están trabajando desde el pasado 18 de abril.
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